Viña del Mar nace como barrio porteño y vive de la vida que el puerto le transmite. Cuando este recibe el golpe mortal que le significó el cierre del país al comercio exterior, Viña habría seguido su suerte de no haber sido por el aporte del casino municipal.
Señor Director:
Hace unos días, Agustín Squella vuelve a la palestra quejándose de algunos problemas que presenta Viña del Mar, como el estado de sus veredas y de sus calles. Estos problemas son ciertos y tienen, sin duda, su origen en el desmesurado e inexplicable déficit que afecta a las arcas municipales. Pero Squella no percibe o no quiere percibir algo que, por lo demás, es manifiesto: el principal problema de Viña del Mar es, de lejos, Valparaíso.
Viña del Mar nace como barrio porteño y vive de la vida que el puerto le transmite. Cuando este recibe el golpe mortal que le significó el cierre del país al comercio exterior, Viña habría seguido su suerte de no haber sido por el aporte del casino municipal. Pero es indudable que ambas ciudades siguen estrechamente ligadas no solo desde el punto de vista geográfico, sino de destinos. Para disponer de vida propia, como antaño, Viña del Mar depende de que Valparaíso recupere la que en su momento lo animaba.
Por eso, los problemas que ahora afectan a Valparaíso, cautivo de grupos que, al modo de verdaderas mafias, se ensañan sobre su cuerpo tan malherido, no solo no pueden dejar indiferente a Viña del Mar, sino que esta debe sentirlos como propios. Es lo que Squella trata de evitar y por eso, me temo, se esfuerza en que la atención se dirija a otros problemas no carentes, sin duda, de importancia; pero, en definitiva, secundarios. Es probable que así ensaye esconder cuán desastrosa ha sido para Valparaíso la gestión de esta parodia de alcaldía que ahora lo dirige.
Squella no está, sin embargo, solo en esta actitud. Son muchos los que en Viña del Mar la comparten. Desde luego, la misma alcaldesa y su equipo. Viven de espalda a Valparaíso, sin ninguna conciencia de cómo así afectan el destino de Viña del Mar. Pero a Squella, en cuanto hace de profesión el tratar de orientar a la opinión pública, creo se le puede pedir un poco más de profundidad y de finura en sus análisis.
Gonzalo Ibáñez S.M.
Fuente: http://www.elmercurio.com/blogs/2018/12/18/65675/El-problema-de-Vina-es-Valparaiso.aspx